17/12/2015
Todo sucedió tan rápido... Me levanté un lunes sin hijo y el martes dormía un bebé en casa.
Esta entrada tendría que ser extensa por toda la emoción que contiene y tooooodo lo que os querría contar, pero es breve porque aún estoy en rodaje y todo mi tiempo es para el pequeño Bienve, ya Jorge, porque se lo merece y porque es lo único que me apetece ahora. Entendedme. Aún estoy alucinada. Cuando pienso que ¡soy madre! sencillamente flipo. No puedo ser más literaria. Flipo.
Pero entre rato y rato, los menos (que hasta me ducho forma exprés y haciéndole un show mientras él me mira en su hamaquita), he reunido unos cuantos vídeos de los momentos álgidos para compartir esta inmensa felicidad de tenerle.
Lástima que no me dejen enseñarle por motivos particulares, porque es de infarto, qué voy a decir yo que estoy loca por él, pero de verdad es que es simpatiquísimo, se ríe un montón y da gloria verlo. Por eso viene de incógnito (era una foto, por otro lado, que quería hacerle desde la espera).
Por cierto, no fue amor a primera vista, pero sí del bueno y para siempre.
Antes, en plena búsqueda, me daba rabia leerlo, pero ahora tengo que decirlo: los sueños se cumplen. Pero ojo, que los cumple uno, quiero decir. Desde luego, a veces vienen golpes de suerte, pero si quieres, puedes. Me refiero a que quizá no de la forma que tú habías pensado, pero si encuentras la manera de realizar tu sueño, puedes despertar y vivirlo.
En este sentido, me han pasado dos cosas. He descubierto que ya puedo quitar un post it de mi armario...
Y que ya puedo usar esto que me compré por si acaso en... 2012
Así que no desesperéis.
Os deseo a todos al menos la cuarta parte de la felicidad que yo siento en estos momentos.
Y gracias POR TANTO.