Ayer, contra todo pronóstico, no fui donde tenía que ir y pude asistir a una charla de Montse Lapastora, con otra pareja de amigos que también viajarán a Bulgaria alguna vez a por su nene y, de hecho, fue en un foro de adoptantes en ese país donde nos enteramos.
La primera vez que oí el nombre de esta psicóloga fue en ACI, cuando nos estuvimos informando sobre la adopción en Vietnam. Allí vi a gente de la ECAI.
La conferencia tenía lugar en una iglesia. Pensábamos que sería en un salón, y ahí que alucinamos los cuatro, yo mucho, desde luego, cuando nos dicen que no, que es ahí mismo. Ya venía alucinada de fuera, al ver que dentro tienes wifi, puedes entrar con el perro, tomarte un café o ver en directo el Vaticano.
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Pero no nos desviemos del tema. Pronto estuvimos un buen puñado de gente escuchando a Lapastora. Fueron muy más interesantes los vídeos de niños (obviamente no identificables) en su consulta contestando qué es para ellos ser adoptado y otras cuestiones , pero no se oían bien.
Lo que yo me llevé de la charla fueron las intervenciones de los padres. No es que lo sepamos todo, por supuesto que no, y además la teoría no tiene nada que ver con la práctica, pero es cierto que los cuatro que fuimos estamos muy concienciados con el tema y hemos leído y hablado mucho y todo nos sonaba ya bastante. Por eso, lo que nos resultó más valioso fueron las respuestas de la psicóloga a las experiencias reales que algunas familias contaban. Por ejemplo, el padre con uno hijo biológico y una cría adoptada a la que su propio hermano chincha con que no nació de su madre, o el otro que pregunta qué hacer ante el (esperadísimo) "tú no eres mi madre".
Aunque lo mejor, sin duda, la cena con los amigos después ;)
La verdad que me parece impagable escuchar las historias ajenas pero, por destacar algo de lo que expuso Lapastora, me quedo con un par de sentencias como casas:
1) El niño va a sufrir. Es inevitable. Le abandonaron, es normal que sufra. No podemos evitarlo y, de hecho, no hay que tratar de evitarlo, sino solo acompañarle en el sentimiento.
2) Los primeros que nos tenemos que enfrentar a los propios miedos somos nosotros. No podemos reparar su autoestima con la nuestra herida. Primero debemos tener muy claro cómo hemos llegado a la adopción y estar reconciliados con todo.
3) A veces le damos a las cosas más vueltas que ellos.
Vaya, pues no era un par. De hecho, me vienen a la cabeza más, y es que este tema en realidad da para mucho. Pero para no aburriros, lo dejamos hoy aquí.
Cogí apuntes para vosotros. Espero que os guste el resumen.