La semana pasada tuve la suerte de disfrutar de un puente que me hacía mucha falta, y además lo pasé fenomenal con mis tías, que estuvieron recordando anécdotas de cuando yo era pequeña.
Cuando me asaltan a golpe de neura los porqués, intento recordar que mi historia no es una cualquiera, y por tanto tiene que estar plagada de peripecias y puntos de giro que hagan más emocionante el guión.
Resumiendo mucho, empecé siendo un superembrión que capeó el temporal de un embarazo adolescente sorpresa. Esto me ayuda cuando me torturo con que si no me he quedado embarazada porque he bebido cerveza, o porque he estado estresada o no he hecho el pino puente en el día D y hora H. NO. Cuando un embrioncillo decide que se queda y está bien, sigue adelante. Punto.
Y cuando me siento poco, floja, nada, me digo a mí misma "¡soy un superembrión!" (que es para verme), y consigo reunir fuerza aunque sea durante un rato.
Al poco de nacer, un reputado médico aseguró que tenía síndrome de Down, y pasaron en casa angustia durante el mes en el que esperaron los resultados de las pruebas para que mis padres no sufrieran. Hicieron promesas a los cielos a cambio de mi curación. Salió que todo estaba bien y el doctor no daba crédito, y dijo que no podía ser, que era un milagro.
Como repite siempre mi abuelo, ese médico murió llamándome "la niña del milagro", nunca aceptó otra explicación. Por supuesto, podríamos pensar que el hombre se había equivocado y ya está, pero quién no quiere ser un milagrito si puede elegir. :)
No es cuestión ahora de que os relate toda mi vida, pero lo cierto es que todo me cuesta mucho, y si al final llego es porque aunque me queje y patalee mucho, no me rindo y sigo intentándolo aunque tenga que dar terribles rodeos para llegar donde pretendo.
Y desde luego esto es lo que le contaré a mi niñ@, una historia de perseverancia y baches que acaba con el final feliz de encontrarnos, pero sin olvidar los tintes mágicos porque, si queremos, todo puede ser extraordinario, y yo elijo creer en el hilo rojo invisible que nos une y en todo lo demás.