miércoles, 8 de octubre de 2014

Dos madres

Poco a poco me voy reconciliando con la idea de que mi hij@ tendrá dos "madres", y es porque entiendo que todo depende de las palabras que se empleen o, mejor dicho, de cómo se haga. "Madre" no es la que pare, como dice la RAE; la que pare es parturienta, eso seguro, pero de ahí a ostentar el cargo máximo materno, hay un buen trecho, que el puesto se gana día a día. Por eso mismo existe la adopción, pues no todas las que paren son ni quieren ser madres, pero sí la que quiere ser madre puede llegar a serlo, sin tener que ceñirse a requisitos biológicos. 

Cuando empezamos a acercarnos a la adopción, tenía una visión maniqueísta del tema, y prefería hablar de "los otros" como eso, "los otros", "los malos", y ser así nosotros los héroes. Eso era puro miedo, y quien lo sienta no debería seguir con los trámites hasta procesarlo bien. De igual manera que no todas las mujeres están preparadas para recibir óvulos donados, y no deberían someterse a ovodonación si creen que, con el ansiado positivo, pueden tener dudas.

Ahora que por fin estoy estado de buena esperanza (me encanta que mi madre me considere una "embarazada", pues físicamente no lo estoy, pero con los trámites hechos ya sólo queda esperar a que llegue el peque), ya no comparto mi propia opinión. Ya no pienso igual. Desde ya mismo, mi hij@ es lo más importante, y sería absurdo querer herirle a propósito. Mucho más adaptativo para él o ella  es contarle su abandono de la forma más positiva posible, que decirle "no te querían" o cosas así. La criatura ya pensará mucho muchas veces por qué le abandonaron, cómo voy a echar sal en esa herida yo, su madre. Ahora que sé que mi hij@ seguramente aún no ha nacido, pienso mucho en quién lo va a llevar en su vientre nueve meses, y puede que ella desde el principio sepa que lo va a dar en adopción, pero no por eso descuidará su embarazo. Es más, puede que sí lo haga, desde luego no se preocupará tanto del bienestar del bebé como una mujer que lo haya buscado, pero si al final lo da en adopción, estará igualmente haciendo lo mejor para él, en vez de matarlo y meterlo en un congelador.  Sé que hay casos en los que la autoridad es la que decide que los niños no pueden seguir con sus familias porque no están recibiendo los cuidados adecuados, pero incluso entonces, seguro que en algún momento le quisieron, o lo habrían abandonado mucho antes. 

No sé si me entendéis o, mejor dicho, si me estoy explicando, pero lo único que intento transmitir es que le estoy agradecida a esa mujer que lleva o llevará a mi hij@ debajo de su corazón (que en el corazón lo llevo yo), porque sin ella yo no podría ser madre. Así que sí, le explicaré a Bienve que tiene dos madres, aunque sólo una mamá. Pero eso ya lo sabrá.

Pensando en todo esto, me encontré con este poema, y se me movió algo dentro. Pero es que además la ilustración me gustó tanto que he cogido fotos que tenía por ahí y me he hecho una versión para el librito que nos estamos haciendo.

La comparto por si a alguien más le gusta.


3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Bienve va a ser tan afortunad@ de teneros...

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  2. Sin duda no hace falta llevarlo en el vientre para querer y requerer a un hijo. Ni siquiera hace falta que haya nacido para hacerlo!
    Ay...el día que se crucen vuestros ojos, os cojáis de la mano, huelas su piel, le mires y pienses: es mi hij@, soy mamá...!!! qué sensación amiga..........

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  3. Me estoy leyendo tu blog del tirón y tengo lagrimones ya!

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