18/01/2013
Por fin llegó mi día 0 el 21 de diciembre. Me vino la regla y tuve que empezar a tomar anticonceptivos (Microgynon) hasta el día 6 de enero nada más. Me dieron unos dolores horribles de cabeza, constantes, me pesaban los ojos y no se iban en todo el día. Lo peor fue cuando el día 28 de diciembre empecé a ver todo distorsionado, deformado, con el ojo derecho. Menudo susto. Yo no estoy leyendo ningún prospecto porque soy muy aprensiva y enseguida me dan palpitaciones de la ansiedad al ver los posibles efectos secundarios, así que le pedí a mi marido que mirara si decía algo al respecto. Y, efectivamente, allí estaban los trastornos visuales recogidos.
Por fin llegó mi día 0 el 21 de diciembre. Me vino la regla y tuve que empezar a tomar anticonceptivos (Microgynon) hasta el día 6 de enero nada más. Me dieron unos dolores horribles de cabeza, constantes, me pesaban los ojos y no se iban en todo el día. Lo peor fue cuando el día 28 de diciembre empecé a ver todo distorsionado, deformado, con el ojo derecho. Menudo susto. Yo no estoy leyendo ningún prospecto porque soy muy aprensiva y enseguida me dan palpitaciones de la ansiedad al ver los posibles efectos secundarios, así que le pedí a mi marido que mirara si decía algo al respecto. Y, efectivamente, allí estaban los trastornos visuales recogidos.
No llamé a la clínica porque no quiero ser la pesada o la Mari Angustias, y resulta que luego me regañaron por no hacerlo. Ante síntomas raros llamad, que para eso están.
Los días que he estado con la píldora he estado huraña, seria (muy seria!), y no me apetecía ver a nadie. Además, me sentía muy hinchada, lo que no aumentaba las ganas de arreglarme y salir, precisamente. Me pilló justo en plenas fiestas navideñas, y no he estado especialmente simpática, la verdad. Y a marido le empecé a coger tirria, por no tener él que pasar por ningún dolor y porque todo esto me produce miedo. Pero lo hablamos y ya está más controlado. Es muy importante que nuestras parejas se impliquen y demuestren interés por el procedimiento como si se lo hicieran a ellos.
El día 8 fui a ecografía para ver que estaba todo bien, que así era. Y me mandaron empezar con las famosas "banderillas" el día 11. El día anterior me vino una menstruación provocada por haber dejado la píldora (dos reglas en un mes, xxxjjxjxjfff!).
Estaba aterrorizada con la idea de tener que pincharme. Cuando planeaba la sospecha de tener que recurrir a reproducción asistida empecé a indagar sobre los diferentes tratamientos, y cuando leí lo de los pinchazos me puse a llorar como una niña pequeña asustada. Yo, que no me tomo ni un Gelocatil si me duele la cabeza, que intento aguantar porque no me gusta tomarme cosas... ¿me tengo que poner inyecciones?
Hay mujeres que piden a sus parejas que sean los "banderilleros" para hacerlos más partícipes en el tratamiento que, las cosas como son, nos lo comemos nosotras enterito. Yo siempre he preferido pincharme yo, no sé, me parecía un super reto y quería lograrlo. Si voy a ser mamá se me tienen que quitar muchos miedos y bobadas y me parecía la forma idónea de empezar.
Vino mi prima enfermera (que, además, es mi "persona vitamina") a supervisar mi primera actuación estelar. No sabéis qué manera de sudar en el momento de tener la jeringa en la mano. Qué nervios. Tardé bastantes minutos en conseguirlo. Horrendo. No era capaz de clavármela. Ella me decía "tú tranquila, yo no sé si sería capaz de pincharme a mí misma".
Pensé que iba a claudicar. Hacía como el ademán de "apuñalarme", pero se me frenaba la mano justo cuando la aguja me iba a penetrar el pellizco de piel que me agarraba entre sudores. Y de pronto, un pelininín más de valentía o de locura transitoria me levó a meterme "una puñalada". Fue eso, de verdad, y de hecho lo hice con tal ímpetu que clavé y saqué la jeringuilla en el mismo movimiento. Y fue genial.
No es que esté desvariando. Yo oía a mi público "ayyyyyyyy, qué pena", "casiiiiiiii". Y yo dije "¡¡¡no, no, pero no duele!!!". Oye, que me la clavé, la saqué sin querer y no me había enterado de nada. Eso me dio la determinación para clavarla con menos ímpetu y dejarla dentro para poder introducir la mezcla de Gonal 1050 y Menopur (que se me ha pasado contaros que antes de pinchar se juega un poco al Quimicefa).
Nada. Estas no duelen nada, y me las he estado poniendo tan pichi todos estos días. Y qué subidón, oye. Eso de alcanzar una meta da una alegría y un orgullo que sienta la mar de bien. Todos están muy orgullosos de mí, creo que no pensaban que fuera capaz o no al menos así con tan poco drama. :)
Lo que no saben es que unas horas antes de mi primera salida al ruedo, una compañera de trabajo me dio el mejor consejo que he escuchado desde que comunicamos nuestra imposibilidad de ser padres de forma natural. Y mira que la gente da muchos... Y de lo más variado. Qué hartura! Yo he oído desde "tienes que estar muy positiva" hasta "no te subas a las nubes que esto es muy difícil, mira nosotros, a la cuarta". Luego están los de "¿y qué que sea por fecundación in vitro? No pasa nada". ¡Y una leche no pasa nada!
La verdad es que esto es como lo de que alguien se meta con tu amiga. Tú puedes hacerlo, pero nadie más. Y de pronto te repatean los que son super optimistas pero también los que son pesimistas, y es que una está llena de miedos y sólo busca un achuchón y que le digan "vaya putada, pues bueno, lo adelante". Y ya.
Y por fin el super consejo de Holly (la llamaré así porque me recuerda a Audrey en Desayuno con diamantes): "está todo en la cabeza".
¿Cómorrrrr?
Pues resulta que Holly tiene una amiga ginecóloga en otra clínica y le ha comentado que existe un estudio que demuestra que las donantes de óvulos, que se someten a la misma estimulación que una paciente de FIV como yo, no pasan "tanto calvario". Esto es porque lo hacen de manera voluntaria y no porque sea su única manera de ser madres. No cargan, por tanto, con los miedos y pesares de una mujer que va "obligada".
De esta manera, no presentan tantos efectos secundarios como las que nos sometemos a esto porque no nos queda otra. Curioso, ¿no? A mí me pareció mágico el comentario. Vino en el momento justo y me lo he grabado a fuego. Si otras lo llevan mejor, ¡¡yo lo puedo llevar mejor!! He decidido llevarlo estupendamente! Seguramente, el hecho de no presentar ningún síntoma de nada también ayuda, pero bueno, que estoy a tope de energía y alegría.
Como encima lo de los pinchazos me hizo verme como una campeona, pasé un viernes feliz como hacía muuuuucho tiempo. Y casi me dura aún esa alegría. El "casi" viene porque el día 16 fui a eco de control y me dijo el gine que mis ovarios están un poco remolones para mis 34 años y sólo se ven 5 folículos. Me dijo que empezara con el Orgalutran y ya no se puede mezclar con el Gonal y el Menopur, con lo que son dos pinchazos diferentes, pero es que además escuece según entra y durante un buen rato (también enrojece la piel, pero esto se va quitando). Este ya no me gusta pinchármelo, con lo contenta que estaba yo, jo. Pero bueno, todo sea por lo que es.
En un par de horas tengo otra ecografía, a ver qué me dicen. Madre mía, que desde me dijeron anteayer que igual me hacen la punción el martes estoy de los nervios!
Aquí estoy parada, leyendo tu historia sin saber muy bien que hacer. Mi pepito grillo me dice para (¿para qué torturase leyendo?) y quiero continuar porque aunque ya conozca tu historia no es lo mismo, se conocen más detalles que a lo mejor por dolor nos has contado y que leyendo me siento más cerquita vuestra.
ResponderEliminarPero estás tu, tu consejo y tu frase que hasta ahora me la he tomado al pie de la letra: "no leas nada, ya te irás enterando, aquí me tienes para lo que necesites".
Me ha gustado obedecerte, pero tu blog tira mucho y aunque hace tiempo que lo leo nunca he caído que los escribes desde el 2012.
Sólo tengo que deciros que os quiero, que me encantan vuestros vídeos (incluido el de los soldaditos con cara del papá Jones) y este blog .
Y que el día que tengamos a vuestros bienves y nosotros nuestros peques seguro que no veremos y nos hartaremos de llorar, da igual que vengan unos a ntes que otros y como vengan...pero lo importante a estas alturas es que llegarán.
Vuelvo a decir, que os quiero y que ese bienve cuando llegue se dará cuenta de lo afortunado que es por tener a una familia como la vuestra.
P.D: voy a tener que dejar de leer en el trabajo y aprovisionarme de una caja grande de pañuelitos.
Muchos besitos y nos hace falta que os diga que aunque no este al lado vuestro aquí estoy para lo que necesitéis.